❖ Historia 1 ❖
～La Tortuga y la Liebre～

Hace mucho tiempo había una liebre y una tortuga.

La liebre se movía rápido, por lo que siempre se burlaba de la tortuga lenta.

Un día, como siempre, la liebre bromeó con la tortuga que pasaba lentamente,

a lo que la tortuga dijo: "Te haré una carrera por esa montaña. Eres rápido, pero ganaré".

Con muchos animales mirando, comenzó la carrera.

La liebre salió corriendo y estuvo casi en la cima de la montaña en un instante.

Vio que la tortuga aún estaba lejos, por lo que se relajó y decidió tomar una siesta.

Sin embargo, la persistente tortuga pasó junto a la liebre mientras dormía.

La liebre se despertó y descubrió que la tortuga lo había pasado y se apresuró hasta el final, pero la carrera ya había terminado.

❖ Historia 2 ❖
～Historia de Shimcheong ～

Una vez vivía un hombre ciego y su hija, Shim Cheong, que era muy trabajadora y amable.

Un día, Shim Cheong llegó tarde a casa, por lo que el padre preocupado salió a su encuentro, solo para caer en un arroyo mientras cruzaba un puente.

Un monje, que pasaba por allí, lo ayudó y le dijo: "Si le ofreces trescientos sacos de arroz a Buda, podrás volver a ver".
Entonces el padre prometió al monje ofrecer los trescientos sacos de arroz.

Cuando regresó a casa, se dio cuenta de que no tenía suficiente dinero para comprar el arroz y se arrepintió de haber hecho la promesa.
Después de enterarse de la preocupación de su padre, Shim Cheong decidió en silencio hacer lo que fuera necesario para ayudar a su padre.

Entonces, un día, un grupo de marineros llegó al pueblo y dijo: "Necesitamos una ofrenda humana para el Rey Dragón. Daremos cualquier cosa por el que se ofrezca como voluntario".
Al escuchar esto, Shim Cheong se ofreció como voluntaria y les pidió a cambio trescientos sacos de arroz.

El día que zarparon, Shim Cheong se despidió de su padre, pero él no tenía idea de que se la estaban ofreciendo al Rey Dragón.

Cuando el barco llegó a su destino, Shim Cheong saltó al mar, rezando para que su padre pudiera volver a ver.

Cuando Shim Choeng abrió los ojos en las profundidades del mar, la hermosa vista del Palacio del Dragón llenó su vista.
El Rey Dragón estaba profundamente conmovido por su historia y el amor por su padre, por lo que decidió enviarla de regreso en una gran flor de loto.
 

De repente, apareció una flor de loto gigante en la orilla, y los marineros que la encontraron decidieron ofrecérsela al rey.
Cuando el rey tocó la flor, esta floreció, revelando la hermosa Shim Cheong en su interior.

Shim Cheong se casó con el rey y vivió una vida feliz, pero lloraba todos los días preocupada por su padre.
El rey decidió entonces celebrar una fiesta para los ciegos.

Al principio, el padre de Shim Cheong parecía no haber asistido a la fiesta, pero finalmente apareció cerca del final del evento.
Cuando su padre escuchó la voz de Shim Cheong, sus ojos milagrosamente pudieron volver a ver, y los dos se abrazaron llorando.

Shim Cheong luego llevó a su padre al palacio y todos vivieron felices para siempre.